Abres tu puerta al mar y a las montañas
pueblo blanco colgado entre laderas,
las hojas de papel de tus higueras
se ventean con uvas y castañas.
Los senderos que van a tus cabañas.
Los campos, cortinales y las eras.
Los caminos marcados con chumberas.
Los hombres que llevaste en tus entrañas.
Son recuerdos que esconden mis amores,
mi infancia se quebró en tus empinadas
calles; allí murieron mis rubores
entre esquinas de casas encaladas.
Y hoy que se fueron todos mis mayores
vuelvo atrás a mis horas ya pasadas.